Visitantes

15/6/10

Error tras error, me acostumbro a caer, a mentir, a engañar. Río sin ganas y ya es algo cotidiano. La falsedad se instala otra vez en mi cuerpo. Vuelve esa sensación, esa voz dentro mio que grita sin cesar "NO IMPORTA NADA". Eso quería, pero me olvidaba del vacío que deja a la mañana. Y a la vez estoy completa de nuevo. Porque no siento que me falte nada que alguna vez haya tenido. Las mentiras no piadosas son divertidas. La diversión es divertida mientras dura. Y cuando se acaba no queda nada. Pero es una nada con sabor a algo. Con sabor a que nadie te va a quitar lo bailado. Se que mentir no es el camino correcto, y que importa? La luz vuelve a brillar sobre mi. La luna me da nuevamente la bienvenida. Nadie reclamó mi ausencia, y todos festejan mi presencia. Nadie se asusta cuando miento sin que se me mueva ni un solo músculo de la cara. Es normal, nuevamente, la hipocresía de ser feliz por un rato mientras el frío del otro lado de la puerta mata los corazones rotos. Jugando a la vida feliz, jugando a no morir, siento que no es hora todavía, no es hora de parar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario