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18/10/10

Tal vez doy por terminadas las cosas antes de que terminen. O no. Tal vez las doy por superadas antes de superarlas, y a otra cosa mariposa, ya no hablo mas de eso. Me pinto una sonrisa y solo esas pocas personas saben que no es verdad. Solo pocas personas me comprenden realmente. Solo ellos saben por lo que estoy pasando ahora. Porque nunca digo lo que me pasa. No se hablar, no se decir las cosas. Siempre digo que si y miro para otro lado. Siempre creí que mi problema era no saber darle un fin a las historias, pero es todo lo contrario. Las encierro tan dentro de mi que es imposible pasar la hoja, y termino con mil hojas inconclusas tiradas y desparramadas dentro de mi. No puedo darles un fin, porque las guarde bajo llave y tire la llave bien lejos, al fondo del mar, para que nunca mas pueda encontrarlas. Y quedan ahí, viviendo dentro para siempre. No tengo un libro de vida. Tengo mil hojas borrador sin anillar, desordenadas, con tachones y enmiendas, con marcas, mal arrancadas de alguna parte de mi historia. Necesito pasar las hojas en limpio y crear un libro ordenado cronológicamente, con textos coherentes, con oraciones que contengan puntos finales...

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