Pensé que me iba a sentir aterrada, al borde de un ataque de nervios, como suelo estar siempre que debo enfrentar algo nuevo. Pero hoy empieza oficialmente una nueva etapa, y me siento feliz. No se que es lo que cambió en mi, pero evidentemente hay algo distinto. Nunca pude disfrutar de lo desconocido. Sentía pánico de tan solo pensar en hacer cambios tan drásticos, pero creo que esto puede ser una buena decisión. Suele darme muchísimo miedo lo desconocido, pero creo que estoy aprendiendo a disfrutar esto de la incertidumbre. Nunca pensé que esto podía ser posible, siempre sentí que la duda era algo intolerable e inaceptable. Estoy entendiendo que esto es parte de la magia de la vida. Arriesgarse, aventurarse a lo desconocido, tirarse a la pileta sin comprobar veinte veces si tiene agua o no, saltar al vacío, caminar por la soga sin red, y seguir, siempre para adelante, disfrutando del camino.